Proyectos de hidrógeno

El equipo de Gasmoción

PROYECTOS

En Gasmoción creemos que el futuro de la movilidad pasa por la innovación y la búsqueda constante de soluciones más limpias, eficientes y accesibles. Por eso, además de liderar la transformación de vehículos a GLP, estamos trabajando en proyectos estratégicos relacionados con la movilidad sostenible.

Nuestro objetivo es anticiparnos a las necesidades del mercado y aportar alternativas que ayuden a reducir emisiones, optimizar costes y hacer posible una transición energética realista, tanto para particulares como para empresas y flotas de transporte.

En esta sección podrás conocer los proyectos en los que estamos involucrados, con especial foco en nuevos combustibles alternativos como el hidrógeno, y en el desarrollo de tecnologías que marquen la diferencia en los próximos años.

La movilidad sostenible es un camino que depende de múltiples factores: el tipo de vehículo, su uso diario y el entorno en el que circula. Por eso, en Gasmoción trabajamos en el desarrollo de diferentes tecnologías que se adapten a cada necesidad real, en lugar de aplicar soluciones únicas para todos.

La movilidad sostenible no tiene una sola respuesta

La movilidad sostenible es un camino que depende de múltiples factores: el tipo de vehículo, su uso diario y el entorno en el que circula. Por eso, en Gasmoción trabajamos en el desarrollo de diferentes tecnologías que se adapten a cada necesidad real, en lugar de aplicar soluciones únicas para todos.

01. Turismos y flotas urbanas

En ciudad, la prioridad es reducir emisiones locales y acceder a ZBE. Opciones como el GLP o la electrificación parcial son soluciones viables y rápidas de implementar.

02. Vehículos comerciales y furgonetas

Para furgonetas y transporte medio, la clave está en combinar autonomía y ahorro. Aquí tecnologías como el GLP, GNC o el biometano ofrecen grandes ventajas en coste y operatividad.

02. Transporte pesado e industrial

En camiones, autobuses y maquinaria, la electrificación total aún no es realista. El hidrógeno y los combustibles sintéticos de nueva generación son la vía más eficaz hacia la descarbonización.

hidrógeno

El hidrógeno se posiciona como una de las soluciones más prometedoras para la movilidad sostenible, especialmente en el transporte pesado: camiones, autobuses, maquinaria industrial o de obra.

Si bien la electrificación es una alternativa viable para turismos y vehículos ligeros, en el transporte pesado existen barreras importantes: autonomía limitada, tiempos de carga prolongados y necesidad de grandes infraestructuras eléctricas. Aquí es donde entran en juego los motores de combustión alimentados con hidrógeno.

¿Qué es un motor de hidrógeno de combustión?

Un motor de combustión de hidrógeno es un motor tradicional adaptado. En lugar de funcionar con gasolina o diésel, combina hidrógeno como combustible. Este hidrógeno se quema con el oxígeno del aire en el interior del motor, produciendo energía mecánica que mueve el vehículo.

Este tipo de motor es muy similar al motor de gasolina que todos conocemos, lo que permite aprovechar buena parte de la tecnología ya existente. No requiere una transformación total del motor para aprovechar el uso del hidrógeno como combustible.

¿Cómo funciona exactamente en coches bifuel?

El proceso de un motor de combustión de hidrógeno es muy parecido al de un motor convencional. Así funciona en los motores bifuel (gasolina + hidrógeno):

  1. Admisión del hidrógeno. El motor toma aire del exterior y lo mezcla con hidrógeno en estado gaseoso en los cilindros. 
  2. Compresión. La mezcla de hidrógeno y aire se comprime en el interior del cilindro. 
  3. Encendido. Una chispa (como en un motor de gasolina) provoca la combustión de la mezcla. En el caso del hidrógeno, la combustión es más rápida, ya que es más volátil. 
  4. Expansión. La explosión genera energía que empuja los pistones y hace girar el motor. 
  5. Escape. Se expulsan los gases resultantes, que son vapor de agua y una pequeña cantidad de óxidos de nitrógeno (NOx).
¿Y en vehículos dual fuel?

En este tipo de motores, el motor no sustituye por completo el diésel, sino que lo reduce de forma significativa, mejorando la eficiencia térmica del motor. Aproximadamente, el hidrógeno aporta entre el 30 y el 50% de la energía total, y el resto proviene del diésel. Así funciona:

  1. Admisión de mezcla. Durante la admisión, junto con el aire, se introduce hidrógeno  en el cilindro. El hidrógeno se mezcla con el aire formando una mezcla inflamable.
  2. Inyección de diésel. Una vez que en la cámara de compresión se juntan el diésel y el hidrógeno, el diésel hace efecto burbuja, y es mediante la compresión como se produce la combustión de la mezcla. 
  3. Encendido y combustión. El diésel inyectado se autoenciende por compresión (como en un motor diésel convencional) y esa combustión inicial enciende la mezcla de aire e hidrógeno en el cilindro.
  4. Expansión y trabajo. La combustión libera energía, mueve los pistones y genera el trabajo mecánico.
  5. Escape. Se expulsa principalmente vapor de agua, algo de CO₂ (por el diésel utilizado) y otras partículas en pequeñas cantidades que deben controlarse.

          Ventajas del motor de combustión con hidrógeno

          Importante reducción de emisiones de CO₂ durante el uso, ya que el hidrógeno solo genera vapor de agua como residuo.

          Mayor autonomía y tiempos de repostaje mucho más rápidos que en el caso de la electrificación con baterías.

           

          Adaptación más sencilla de infraestructuras actuales, aprovechando parte del conocimiento existente en combustibles gaseosos.

          Fiabilidad y potencia pensadas para cubrir las exigencias del transporte pesado y de larga distancia.

          Gasmoción apuesta fuertemente por el hidrógeno

          En Gasmoción estamos desarrollando proyectos piloto y colaboraciones con el objetivo de validar y optimizar el uso del hidrógeno en motores de combustión, investigando cómo integrarlo de forma segura, eficiente y escalable en el mercado. Tras varios años desarrollando distintos proyectos, nos encontramos en las fases finales para implementarlos de forma efectiva en grandes flotas de transporte.

          Nuestra misión es clara: ofrecer a empresas, instituciones y operadores de flotas una alternativa real y sostenible al diésel, capaz de cumplir con los retos de la descarbonización sin frenar la actividad económica ni la competitividad.

          Este es solo el inicio. Seguiremos ampliando nuestra línea de proyectos para avanzar hacia un futuro en el que el hidrógeno y otros combustibles alternativos se conviertan en opciones realistas para el transporte pesado.